El amanecer musical de la nueva edición de los Encuentros Étnicos de la Sierra Sur tuvo lugar ayer en el Paseo de los Álamos, a media mañana, con el arranque del Etnochill, punto de encuentro para Djs invitados y ganadores del concurso del festival. Comenzaba así a fraguarse el gentío y el movimiento en el Paseoy a sentirse el latir etnosureño. Rapse Selekta, Dj Alexdesbarres, Dj Lola Manola y Dj ADR fueron los artistas que amenizaron la tarde de ayer, y que demostraron el elevadísimo nivel que está alcanzando la zona Etnochill.
El pulso musical continuaba con Nelida Karr en la Plaza del Ayuntamiento, uno de los enclaves preferidos del público e inmejorable para acoger la dulzura, la potencia, la desgarradora voz y el enorme talento de esta joven ecuatoguineana, ganadora del Vis a Vis musical de Casa África. Moviéndose con frescura entre diversos géneros musicales y en diferentes idiomas, Nélida consiguió agitar las emociones de todos los asistentes, demostrando su virtuosismo con la guitarra y con diversos instrumento, y su gran corazón.
Ya en la noche, el Recinto Etnosur comenzaba su andadura con La Banda Morisca, un grupo que bebe de la herencia andalusí y el romancero tradicional, con un repertorio musical que mezcla las influencias orientales y occidentales del Mediterráneo. Seguidamente el trío polaco Kroke, acompañados por el percusionista Sławek Berny, subieron al escenario por segunda vez en la historia del festival. El grupo, que acaba de cumplir un cuarto de siglo, fue obsequiado por un premio sorpresa por parte de la organización del festival, una obra personalizada elaborada por el artista y escultor Xavier de Torres que representaba un sombrero (elemento simbólico y representativo de la banda) partido en tres partes. Kroke no decepcionó con una puesta musical arraigada en los ritmos tradicionales de Kazimierz (barrio judío de Cracovia) y melodías de otras partes del planeta. Un vehículo para la evasión y el viaje.
La noche continuó con Alex Ikot, procedente de Guinea Ecuatorial y también ganador del programa Vis a Vis de Casa África. Desde su batería el artista orquestó con precisión y pericia a su elenco musical por un vaivén de ritmos africanos y de otras regiones. Contó además con la colaboración de Nélida Karr, que el mismo día actuó en dos escenarios distintos del festival.
El siguiente turno fue para el trío afro-colombiano Ghetto Kumbé, quienes mezclaron de forma explosiva percusiones caribeñas, tambores africanos y ritmos colombianos con una base de música electrónica de fondo. Lo ritual y lo electrónico se fusionaban así en una mezcla de sonoridades que no dejaron indiferente a nadie. Para terminar DJ Floro, un dj sin fronteras tanto en el sentido geográfico como musical, mantuvo el latido musical hasta el amanecer.
El primer día de Etnosur 22 concluyo así como un viaje musical y cultural en el espacio y en el tiempo. Para la tarde noche de hoy nos esperan nuevos viajes por los sonidos del Pacífico y del Índico, y mucho más.